Cuando vi pasar al muñeco ante mis ojos
siete palabras brotaron indiferentes de mi boca
o tal vez doce, a borbotones y ansiosas.
Le dije que tenía prisa esa noche
y nos fuimos al pipí.
Cuando vi pasar al muñeco ante mis ojos
siete palabras brotaron indiferentes de mi boca
o tal vez doce, a borbotones y ansiosas.
Le dije que tenía prisa esa noche
y nos fuimos al pipí.
Los gaticos eran tres:
Mariano se llamaba el mayor,
Andrés el gatico mediano
y Jesús, que era el más chico.
Estos eran los gaticos.